Los carbohidratos también llamados hidratos de carbono, son
uno de los 3 macronutrientes que están presentes en nuestra alimentación. Los
podemos encontrar en el pan, el arroz, la pasta, tortilla, así como en frutas como el plátano. Los carbohidratos son la fuente de energía más
importante del organismo.
Los carbohidratos se clasifican en dos: Simples y Complejos.
Esta clasificación se da dependiendo de la estructura de
cada alimento y de la velocidad en la que se absorbe el azúcar de este.
Los carbohidratos simples tienen uno o dos tipos de azúcar y
son fáciles de digerir pues pasan en circulación sanguínea rápidamente. Los
encontramos en alimentos como las galletas, dulces , frutas, leche, hortalizas
y otros productos de azúcar refinada.
Los carbohidratos complejos tienen tres o más tipos de azúcar,
nos suministran vitaminas, minerales y fibra, los encontramos en alimentos como
legumbres, arroz, pasta y vegetales.
Tanto los carbohidratos simples como los complejos se
convierten en glucosa en el cuerpo y son usados como energía. La glucosa es
usada en las células del cuerpo y del cerebro, y la que no se utiliza se
almacena como glucógeno en el hígado y los músculos para su uso posterior.
Se recomienda que la mayor parte de los carbohidratos venga
de fuentes complejas, pero ¿Qué dice la ciencia sobre esto?
En un estudio de 6 meses con 390 participantes se
les dio a un grupo una dieta alta en carbohidratos complejos y al
otro grupo la misma dieta pero con carbohidratos simples. Hay que entender que
ambas dietas contienen el mismo número de calorías total así como la
misma cantidad de carbohidratos.
Después de los 6 meses no hubo diferencia alguna en cuanto
pérdida de grasa y cantidad de músculo retenida. Además ambas dietas tuvieron
el mismo efecto en la cantidad de azúcar en sangre. Tampoco se vio ninguna
diferencia en factores como la presión sanguínea, el corazón ni en el nivel de
glucosa e insulina.
También comprobaron el rendimiento en el ejercicio de ambos
grupos y tampoco se apreció ninguna diferencia entre el grupo que consumía
carbohidratos complejos o el que consumía carbohidratos simples.
Como podemos observar se ha satanizado demasiado a los
carbohidratos simples, al grado de que muchas personas les tienen fobia,
temiendo almacenar un montón de grasa por el uso de estos. Pero no tienen por
qué ser descontinuados de la dieta, podemos consumirlos con moderación sabiendo
que nuestra masa muscular y porcentaje graso no se verá afectado, siempre y
cuando tengamos un buen control de nuestros macronutrientes y del total
calórico.
Referencias: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11093293
falta la fuente por quien fue escrito cuando donde
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